segunda-feira, 1 de março de 2010

Primera semana en la Quinta da Cuco

En primer lugar hay que ubicar la situación del proyecto. El pueblo donde estamos viviendo es Bezerra y se encuenta dentro del parque natural da Serra do Aire y Candeeiros. Concretamente vivimos en una casa ecológica que antigüamente era una escuela. La escuela la tuvieron que cerrar debido a la despoblación rural de la zona. La casa-escuela puede servir como modelo de casa ecológica, se alimenta de luz solar para calentar el agua y para calentar la casa se usa una chimenea de lenha. Asimismo tanto la luz como el agua tienen temporizares para no derrochar demasiado.

Los primeros días los hemos pasado estupendamente. Hemos tenido tiempo de conocernos un poco todos y ver que aunque seamos diferentes y la comunicación sea algo dificil, al ser una mezcla de francés-espahnol-portugués-italiano (sin inglés!), por ahora todo ha ido genial y cada vez nos entendemos mejor.
En cuanto a la granja, no esta situada en el mismo sitio, sino en un pueblo (Portela do vale de Espinho)casi abandonado a 2 kilometros de Bezerra. Por el momento hemos tenido contacto con los animales de la granja, a los que hemos dado de comer y por supuesto hemos limpiado los establos... Lo de limpiar es curioso pues se hace una vez a la semana pero ya lo hemos hecho dos veces (gracias a la lluvia)...


Muuuuuuuuuuuuu


Y además (de nuevo gracias a la lluvia...de verdad existe el sol?) hemos tenido que remover el compost. Parecerá mentira pero al final uno le coge gusto a eso de "mancharse"...


Moviendo el compost...


...tarea terminada. También hemos hecho algún trabajo manual, como pintar papel para pegar luego en los botes de miel que se vayan obteniendo... lijar un carro para pintarlo...hacer papel reciclado...y espero que pronto comencemos con la huerta, pues tener contacto con la tierra es una de mis finalidades!

La verdad que la zona es muy bonita...tiene mucho encanto... la mezcla de naturaleza con la montahna y el valle; el pueblo con nuestra madre Carminda y toda su familia que nos da MUY bien de comer (manger! manger!) juntandolo con el bar del pueblo, donde todos nos miran interés; la gente de aquí Gilberto y Rui que nos tratan genial y la gente de fuera, nosotros los voluntarios...

Todo unido a la capacidad de la naturaleza para dar esa sensacion lugubre a todo lo que el hombre construye y que por algún motivo es abandonado, mezclado con la lucha de unas pocas personas para preservar el medio, adaptándose a la naturaleza, porque se ha llegado a comprender que somos nosotros quienes tenemos que adaptarnos a ella. Si juntamos todo, es una experiencia que no nadie se debería perder.
Molinos abandonados en la montahna




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